Un buen tortazo a tiempo no es la solución, solo el buen trato es educación
las experiencias y el ambiente en el que se desarrolla un niño o una niña puede influir para bien o para mal en su desarrollo, convirtiendo en una gran responsabilidad la forma de pensar y actuar, porque nada es en vano, todo deja huella y las marcas a nivel genético pueden condicionar la vida futura de la infancia.